jueves, 15 de abril de 2010

(Ecl. 1, 2-11)



¡Vanidad de vanidades!- dice Cohelet (el hombre de la Asamblea)- ¡vanidad de vanidades,
todo vanidad! ¿Qué saca el hombre de toda la fatiga con que se afana bajo el sol? Una generación va, otra generación viene; pero la tierra para siempre permanece. Sale el sol y el sol se pone; corre hacia su lugar y allí vuelve a salir. Sopla hcia el sur el viento y gira hacia el norte; gira que te gira sigue el viento y vuelve el viento a girar. Todos los ríos van al mar y el mar nunca se llena; al lugar donde los ríos van, allá vuelven a fluir. Todas las cosas dan fastidio. Nadie puede decir que no se cansa el ojo de ver ni el oído de oir.

       Lo que fue, eso será;
       lo que se hizo, eso se hará.
       Nada nuevo hay bajo el sol

Si algo hay que se diga: "Mira, eso sí que es nuevo", aún eso ya sucedía en los siglos que nos precedieron.
No hay recuerdo de los antiguos, como tampoco de los venideros quedará memoria en los que después vendrán.