martes, 25 de mayo de 2010

Mes de Maria. Lectura Cuarto Domingo

María, Madre de Dios y Madre nuestra, tú siempre fuiste fiel a la voluntad de tu Hijo. Tus intereses eran los intereses de Dios. Ayúdanos a asemejarnos cada vez más a ti.

María, Madre de Dios y Madre nuestra, tú fuiste más dichosa por haber concebido a Jesús más en tu corazón que en tu seno. Nosotros también necesitamos tener a tu Hijo en nuestro corazón; necesitamos estar cada vez más cerca de él, sentirlo como Alguién importante en nuestra vida.

María, Madre de Dios y Madre nuestra, tú te mantuviste en segundo lugar durante los momentos más gloriosos de tu Hijo Jesús. Sin embargo, cuando llegaron las dificultades como buena madre no te apartaste ni un solo momento de su lado. A nosotros también nos gustaría ser como tú. Nos gustaría estar a las duras y a las maduras. Mantener nuesta fe y ser fieles a Dios incluso en las situaciones más difíciles.

María, tú no sólo eres Madre de Dios. También lo eres de nosotros, y cuando se dice que eres Madre es porque realmente es así. Es tu preocupación por nosotros, tu compañía, tua liento, tu ejemplo, tu deseo de engendrar en nuestros corazones a tu Hijo... lo que hace que merezcas este título.

MARÍA, MADRE DE DIOS Y MADRE NUESTRA...   RUEGA POR NOSOTROS

Mes de Maria. Lectura Tercer Domingo

     Nosotros, jóvenes, venimos a ti, Madre de Cristo y Madre de la Iglesia. Madre de la fe, de la esperanza y del amor. Te traemos toda nuestra juventud.
     Tú, Madre, conoces nuestros límites, y también todos nuestros sueños, nuestros proyectos para el futuro y nuestras posibilidades. Haz que sepamos hacer fructuosa la esperanza que está en nosotros.
     Llevamos grandes anhelos. Queremos vivir para Cristo. Nos dirigimos a ti, la Maestra más segura por los caminos humanos... Ayúdanos a vencer todas las desesperaciones. Ayúdanos a ser más fuertes que todo lo que parece asediarnos.
     Defiéndenos de la soledad que no proviene de una elección y que muchos no logran vencer. Haz que no se transforme jamás en desesperación.
     Te confiamos a los que deben afrontar la desocupación, la falta de casa y el temor ante el futuro.
     Te confiamos a ti, Madre, a las familias jóvenes y a los que se han entregado exclusivamente al servicio de Dios.
     Queremos rezar contigo por quienes buscan los caminos de tu Hijo, y también por los que no saben y no quieren saber nada acerca de ti.
     Enséñanos tu fe, tu esperanza y tu amor. A salir al encuentro de tu Hijo. Guíanos hacia él. Que él sea la respuesta a todas nuestras preguntas.
     Que nuestros corazones estén abiertos, que estén abiertas las casas y los países.
     Enséñanos a estar presentes en la Iglesia y en la vida social.

Guíanos hacia tu Hijo, reconcílianos con él, encomiéndanos a él y devuélvenos a él

AMÉN

domingo, 23 de mayo de 2010

Lecturas Domingo 23 de mayo

Primera Lectura


Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (2, 1-11)

El día de Pentecostés, todos los discípulos estaban reunidos en un mismo lugar. De repente se oyó un gran ruido que venía del cielo, como cuando sopla un viento fuerte, que resonó por toda la casa donde se encontraban.
Entonces aparecieron lenguas de fuego, que se distribuyeron y se posaron sobre ellos; se llenaron todos del Espíritu Santo y empezaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu los inducía a expresarse.
En esos días había en Jerusalén judíos devotos, venidos de todas partes del mundo. Al oír el ruido, acudieron en masa y quedaron desconcertados, porque cada uno los oía hablar en su propio idioma.
Atónitos y llenos de admiración, preguntaban: “¿No son galileos, todos estos que están hablando? ¿Cómo, pues, los oímos hablar en nuestra lengua nativa? Entre nosotros hay medos, partos y elamitas; otros vivimos en Mesopotamia, Judea, Capadocia, en el Ponto y en Asia, en Frigia y en Panfilia, en Egipto o en la zona de Libia que limita con Cirene. Algunos somos visitantes, venidos de Roma, judíos y prosélitos;también hay cretenses y árabes.
Y sin embargo, cada quien los oye hablar de las maravillas de Dios en su propia lengua”.


Palabra de Dios.




Segunda Lectura


Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los corintios (12, 3-7. 12-13)

Hermanos: Nadie puede llamar a Jesús “Señor”, si no es bajo la acción del Espíritu Santo.
Hay diferentes dones, pero el Espíritu es el mismo. Hay diferentes servicios, pero el Señor es el mismo. Hay diferentes actividades, pero Dios, que hace todo en todos, es el mismo. En cada uno se manifiesta el Espíritu para el bien común.
Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu.



Palabra de Dios.

Hoja del 17 al 23 de mayo

lunes, 17 de mayo de 2010

Lecturas Domingo 16 de mayo

Primera lectura


Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (1,1-11):


En mi primer libro, querido Teófilo, escribí de todo lo que Jesús fue haciendo y enseñando hasta el día en que dio instrucciones a los apóstoles, que había escogido, movido por el Espíritu Santo, y ascendió al cielo. Se les presentó después de su pasión, dándoles numerosas pruebas de que estaba vivo, y, apareciéndoseles durante cuarenta días, les habló del reino de Dios.

Una vez que comían juntos, les recomendó: «No os alejéis de Jerusalén; aguardad que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que yo os he hablado. Juan bautizó con agua, dentro de pocos días vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo.»

Ellos lo rodearon preguntándole: «Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el reino de Israel?»

Jesús contestó: «No os toca a vosotros conocer los tiempos y las fechas que el Padre ha establecido con su autoridad. Cuando el Espíritu Santo descienda sobre vosotros, recibiréis fuerza para ser mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines del mundo.»

Dicho esto, lo vieron levantarse, hasta que una nube se lo quitó de la vista. Mientras miraban fijos al cielo, viéndolo irse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: «Galileos, ¿qué hacéis ahí plantados mirando al cielo? El mismo Jesús que os ha dejado para subir al cielo volverá como le habéis visto marcharse.»

Palabra de Dios

Hoja del 17 al 23 de mayo

lunes, 10 de mayo de 2010

Mural María Madre













Fotografías del mural con los dibujos coloreados por los niños de catequesis.

Lecturas Domingo 09 de mayo

Primera lectura

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (15,1-2.22-29):


En aquellos días, unos que bajaron de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban conforme a la tradición de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los apóstoles y presbíteros sobre la controversia.

Los apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes entre los hermanos, y les entregaron esta carta:

“Los apóstoles y los presbíteros hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo. Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, os han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido, por unanimidad, elegir algunos y enviároslos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor Jesucristo. En vista de esto, mandamos a Silas y a Judas, que os referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponeros más cargas que las indispensables: que os abstengáis de carne sacrificada a los ídolos, de sangre, de animales estrangulados y de la fornicación. Haréis bien en apartaros de todo esto. Salud.”

Palabra de Dios



Segunda lectura

Lectura del libro del Apocalipsis (21,10-14.21-23):


El ángel me transportó en éxtasis a un monte altísimo y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero. Santuario no vi ninguno, porque es su santuario el Señor Dios todopoderoso y el Cordero. La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina y su lámpara es el Cordero.

Palabra de Dios

Mes de Maria. Lectura Segundo Domingo

Hace mucho tiempo, en un pueblo insignificante llamado Nazaret, tuvo lugar el acontecimiento más grande de toda la historia. Una mujer recibió el mayor mensaje jamás oído en la Tierra. Un mensaje y una petición en contra de toda lógica y razón. Ella se fió de Dios y dijo “sí”, porque para Él no hay nada imposible.

Hace mucho tiempo, en un pueblo insignificante llamado Nazaret, por el sí de una mujer entró Dios en nuestra tierra.

Hoy también, si nosotros decimos sí a Dios, a su voluntad, a su palabra y nos fiamos contra todo pronóstico, entrará en nuestro corazón.

MADRE… AYÚDAME A DECIR SÍ

El “SÍ” del trabajo

El “SÍ” de la honradez

El “SÍ” de la fidelidad.

Ayúdame a decir:

El “SÍ” del compromiso con Jesús

El “SÍ” del amor a los semejantes

El “SÍ” de la apertura al Espíritu de Cristo Resucitado

El “” …

Hoja del 10 al 16 de mayo

domingo, 2 de mayo de 2010

Lecturas Domingo 02 de mayo

Primera Lectura

Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles (14, 21-27)

En aquellos días, volvieron Pablo y Bernabé a Listra, Iconio y Antioquía, y ahí animaban a los discípulos y los exhortaban a perseverar en la fe, diciéndoles que hay que pasar por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios. En cada comunidad designaban presbíteros, y con oraciones y ayunos los encomendaban al Señor, en quien habían creído.
Atravesaron luego Pisidia y llegaron a Panfilia; predicaron en Perge y llegaron a Atalía. De ahí se embarcaron para Antioquía, de donde habían salido, con la gracia de Dios, para la misión que acababan de cumplir.
Al llegar, reunieron a la comunidad y les contaron lo que había hecho Dios por medio de ellos y cómo les había abierto a los paganos las puertas de la fe.

Palabra de Dios.



Segunda Lectura


Lectura del libro del Apocalipsis del apóstol san Juan (21, 1-5)

Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían desaparecido y el mar ya no existía.
También vi que descendía del cielo, desde donde está Dios, la ciudad santa, la nueva Jerusalén, engalanada como una novia, que va a desposarse con su prometido. Oí una gran voz, que venía del cielo, que decía:“Esta es la morada de Dios con los hombres; vivirá con ellos como su Dios y ellos serán su pueblo. Dios les enjugará todas sus lágrimas y ya no habrá muerte ni duelo, ni penas ni llantos, porque ya todo lo antiguo terminó”.
Entonces el que estaba sentado en el trono, dijo: “Ahora yo voy a hacer nuevas todas las cosas”.

Palabra de Dios.

Mes de Maria. Lectura Primer Domingo

Cuenta una historia que un niño que estaba por nacer, le dijo a Dios.

Me vas a enviar mañana a la tierra; pero ¿Cómo viviré tan pequeño e indefenso como soy?

Entre muchos Ángeles escogí uno para ti, que te esta esperando, él te cuidará.

Pero dime: aquí en el cielo, no hago más que cantar y sonreír, eso basta para ser feliz.

Tu Ángel te cantará, te sonreirá todos los días y tu sentirás su amor y serás feliz.

Y ¿Cómo entender cuando la gente me hable? si no conozco el extraño idioma que hablan los hombres?

Tu Ángel te dirá las palabras mas dulces y mas tiernas que puedas escuchar, y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.

Y, ¿Qué hará cuando quiera hablar contigo?

Tu Ángel te juntará las manitas y te enseñará a orar.

He oído que la tierra hay hombres malos ¿Quien me defenderá?

Tu Ángel te defenderá aun a costa de su vida.

Pero estaré siempre triste porque no te veré más señor.

Tu Ángel te hablará de Mi y te enseñará el camino para que regreses a mi presencia, aunque; Yo siempre estaré a tu lado.

En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo pero ya se oían voces terrestres, y el niño presuroso, repetía suavemente:

Dios mío, si ya me voy, dime su nombre, ¿Cómo se llama mi Ángel?

Su nombre no importa, tu le llamarás ....MAMÁ

Hoja 03 al 09 de mayo